La primera vez que ciberdelincuentes se apropiaron del dinero de un amigo, nos propusimos un reto: AYUDARLO A RECUPERAR SU DINERO, asumiendo que sería una tarea casi imposible, ya que sabíamos poco acerca de este tipo de estafas, del dinero que los fraudes online mueven en el mundo y del daño que sufren miles y miles de familias.
Por aquella época nos dedicábamos en exclusiva a asesorar legalmente a la mayor Asociación de Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros.

El resultado de la reclamación de nuestro amigo fue un ÉXITO y esto nos motivó a planteamos ayudar a más personas a recuperar su dinero. El reto había pasado a ser una misión, una forma de vida.