En estos “días extraños” el phishing y los fraudes en línea se han convertido en un problema cada vez más común y preocupante, casi podríamos decir que rutinario y aunque los ciberdelincuentes operan en grupos organizados, lo que dificulta su detección y persecución, existe una herramienta clave para combatir estos delitos: las denuncias particulares de personas que han sido objeto este tipo de estafas.
Lo primero a tener en cuenta es que las denuncias particulares son muy valiosas para la Policía en la lucha contra el phishing y los fraudes online por varias razones. En primer lugar, proporcionan información detallada sobre los incidentes, incluyendo a quién llegaron y cómo ocurrieron, los mensajes o correos electrónicos en cuestión y muchos otros datos relevantes. Esta información puede ayudar a los investigadores a comprender mejor las tácticas utilizadas por los ciberdelincuentes y a identificar patrones comunes pero sobre todo a MATERIALIZAR EL CONOCIMIENTO. Muchos de estos ciberdelitos, por su escasa cuantía o por la sensación de vergüenza que generan pasan desapercibidos o como se suele decir “vuelan por debajo del radar”.
"Las denuncias particulares aportan pruebas fundamentales que pueden respaldar una investigación policial y llevar ante la Policía a los responsables."
Además, del primer efecto de visibilizar el delito, las denuncias particulares aportan pruebas fundamentales que pueden respaldar una investigación policial y llevar ante la Policía a los responsables. Esto incluye capturas de pantalla de los sitios web fraudulentos, correos electrónicos de phishing y otros registros que pueden utilizarse para rastrear a los estafadores en línea. Cuanta más información se proporcione en una denuncia, más útil será para las autoridades. Tendemos a pensar que una denuncia por sí sola no sirve para nada pero unida a otra u otras puede ser la diferencia entre que este tipo de fraudes se sigan produciendo o que sean detenidos de forma brusca.
La colaboración de los usuarios es esencial para que la Policía pueda llevar a cabo investigaciones exitosas. Entre otras cuestiones la policía puede utilizar la información de las denuncias particulares para rastrear la ubicación de los servidores utilizados por los delincuentes, seguir el dinero a través de transacciones online (trazabilidad) y, en última instancia, identificar y detener a los responsables y recuperar todo o parte del dinero sustraído. Puedes consultar un gratificante ejemplo en el siguiente enlace https://cso.computerworld.es/cibercrimen/trend-micro-e-interpol-colaboran-en-el-desmantelamiento-de-una-importante-red-de-phishing
En resumen, las denuncias particulares son una herramienta muy valiosa en la lucha contra el phishing y el resto de fraudes online. Ayudan a la Policía a recopilar información crítica, rastrear a los delincuentes y llevar a cabo investigaciones efectivas. La colaboración entre los usuarios y las autoridades es esencial para combatir estos delitos en el mundo digital. Si a esta cuestión le unimos la constante y creciente labor de las asociaciones (como instrumento de justicia cooperativa, para unir afectados y abaratar costes), despachos de abogados y peritos informáticos tenemos una vía eficiente de luchar contra la ciberdelincuencia.