En los últimos tiempos los procedimientos penales por estafas online se han vuelto una preocupación creciente y una realidad casi cotidiana. Con el auge de la tecnología, el acceso a internet, y la utilización masiva de dispositivos móviles las estafas en línea han proliferado, o mejor dicho “se han disparado”, lo que ha llevado a un aumento en los procedimientos penales relacionados con este tipo de delitos.
En primer lugar, es importante destacar que las estafas online abarcan una amplia gama de actividades fraudulentas, como el phishing, la suplantación de identidad, la venta de productos inexistentes y el fraude con tarjetas de crédito, entre otras muchas modalidades. Estas prácticas perjudican a personas y empresas por igual, causando pérdidas financieras multimillonarias, daño reputacional, etc.
"Las estafas online abarcan una amplia gama de actividades fraudulentas, como el phishing, la suplantación de identidad, la venta de productos inexistentes y el fraude con tarjetas de crédito."
Por este motivo los procedimientos penales por estafas online son tan variados. Puedes consultar un ejemplo en el siguiente enlace para ver que en la gran mayoría de ocasiones el fraude surge “donde menos te lo esperas”: https://www.latribunadeciudadreal.es/noticia/zcfd430ca-b088-00ba-1a6664e6629d9316/202309/macrojuicio-a-10-acusados-nigerianos-por-phishing
La especialidad técnica que requiere este tipo de investigaciones las hace muy complejas. Las mayores dificultades surgen siempre en la investigación de las autoridades que rastrean a los delincuentes a través de la web y de capacidad de éstos para ocultar su identidad. Por eso para evitar convertirnos en objetivo de estafas en línea es fundamental estar alerta y tomar precauciones como verificar la autenticidad de los sitios web y no proporcionar información personal o financiera a fuentes desconocidas o a través de servicios de mensajería instantánea. No queremos ser parte de un procedimiento judicial y menos como perjudicados.