La película “Dejar el mundo atrás” (2023) de Netflix parte de una premisa muy interesante (y para algunos hasta premonitoria): la supervivencia de una familia en un mundo en el que la tecnología ha dejado de funcionar, en el que la energía “brilla por su ausencia”. El apagón se debe a un ciberataque global que ha provocado el colapso de infraestructuras críticas, como redes eléctricas, telecomunicaciones y finalmente (pero no menos importante) el sistema financiero. Esta situación ha llevado al caos y al desorden, a saqueos, a éxodos y a la búsqueda de refugios más o menos seguros.
Esta película nos presenta una distopía que explora las consecuencias de un ciberataque global. La película muestra cómo un apagón tecnológico podría tener un impacto devastador en la sociedad tal y como la conocemos actualmente. Esta premisa ya había sido explorada recientemente (de forma más realista) por la miniserie “Apagón” (2022) -disponible en Movistar- en la que una tormenta solar afecta al planeta Tierra generando un apagón global y provocando problemas similares a los tratados en la película “Dejar el mundo atrás” (2023) de Netflix.
"El ciberespacio es una herramienta poderosa que puede utilizarse para unir a las personas y favorecer el desarrollo, y simultáneamente ser utilizada como arma y causar grandes estragos a todos los niveles."
Otros ejemplos de ciberataques globales en el cine son “La red” (1995) en la que hacker intenta destruir la economía mundial utilizando un virus informático; “Independence day” o “El día de la independencia” (1996) en la que los alienígenas invade la Tierra utilizando un virus informático para desmantelar a nivel global las defensas planetarias; o “La jungla de cristal 4” (2007) en la que un grupo de terroristas utiliza un virus informático para bloquear los sistemas informáticos que controlan el transporte, la energía y las comunicaciones sembrando el caos en los Estados Unidos de América.
Películas como éstas, unas más realistas y otras más fantasiosas, nos muestran que el ciberespacio es una herramienta poderosa que puede utilizarse para unir a las personas y favorecer el desarrollo, y simultáneamente ser utilizada como arma y causar grandes estragos a todos los niveles. Ni que decir tiene que este tipo de películas plantean cuestiones muy serias, aunque parezcan cine de “tiros y explosiones” a primera vista. Nos deben llevar a reflexionar sobre los peligros de la interconexión, de la IA y de la combinación de ambas para intentar que la última película a citar en reflexiones como esta no sea “Terminator” (1984).